San Jorge, ruega por nosotros
Hoy es un Día de Aragón un poco deslucido. Pese a la grandiosidad de la Neozaragoza con sus lanzaderas telesféricas, sus pabellones-puentes, sus torres acristaladas, sus fastuosos centros comerciales, sus estaciones intermodales, sus megaplazas y megarotondas, sus ciudadanías, aragonias y terceros milenios, y demás afrentas a los Dioses y a la razón, nuestra Megápolis está triste: el Real Zaragoza hace aguas por todos lados y parece que ni el empuje de las masas va a lograr mantenerlo a flote. La bajada a segunda división parece inminente. ¿Construirán aun así el nuevo estadio de fútbol? Seguramente si. Hay que mantener a flote la economía cueste lo que cueste.
La música aragonesa sufre idénticos resultados fuera de nuestras fronteras. Ya os lo comentaba: cuando no tenemos discos del trío de ases (Eva, Enrique y Carmen) la música aragonesa es totalmente ignorada fuera de nuestra región, donde sin embargo, cada vez goza de mejor salud y autonomía, aunque desgraciadamente sea insuficiente para nuestros grupos.
Los resultados de los últimos Premios de la Música española así lo confirman: sólo 3 nominados aragoneses y ningún premiado. Era difícil que Gabriel Sopeña se llevase el premio a mejor canción en catalán frente a Joan Bibiloni y Quimi Portet (aunque, recordemos, el catalán es una de nuestras tres lenguas oficiales) y a Antón García Abril le debe importar bastante poco que le den un premio más o menos en su carrera como compositor clásico. Pero que Xhelazz no se llevase el de mejor album de hip hop nacional frente a la consabida Mala Rodríguez, me subleva. El, que ha conseguido gracias a El Soñador Elegido que me reconcilie con el rap (eso si, en castellano), se merecía un premio triple. Pero ya se sabe: todos somos hijos del orgasmo, aunque no todos con cerebro… Escuchad su discazo: no sólo suena de maravilla sino que dice verdades como puñales.
Por otra parte creo que no he acertado ni uno de los ganadores de este “concurso” que no sé si premia a la música más interesante o a la más interesada... Dí que siempre me dejo llevar más por mis órganos inferiores que por la cabeza, pero es que no acierto ni una: una tal Conchita es la artista revelación frente a mis apuestas por Triángulo de Amor Bizarro, La Nueva Carne o Munich^72; Luz, como no, se lleva la mejor canción frente a mis candidatos, mucho más divertidos Aviador Dro, Sarassas Music y el reggaeton travesti “El Butanero” de Leopardo No Viaja. Y como mejor album ni Aviador, ni Munich ni Triángulo Bizarro: Papito (recordémoslo: un nuevo “the best” de Miguel Bosé, siempre en la brecha…). Un grupo mallorquín desconocido para mi, aunque me lo han recomendado ferviertemente y ahora mismo me pongo a investigar, se lleva el premio de mejor album de pop: Antònia Font, frente a mi voto a los también desconocidos Mónaco, que son amiguetes de Valencia, y el de pop alternativo se lo lleva Marlango, si es que tienen algo de alternativo, frente a mis opciones por Munich-Dro o mi querida Roberta Marrero.
Mi voto como mejor album de rock para Luis Miguélez & the Glitters no sirvió de nada frente a Rosendo, ni mis votos de rock alternativo a La Nueva Carne, Triángulo o la excitante Lula, vieja compañera de cartel en las giras de Niños del Brasil en su época con Los Romeos, frente al grupo indi más sobrevalorado de este país: Los Planetas.
El mejor tema de música electrónica es para el chilloutero Nacho Sotomayor frente a los tecnopoperos Dro y Electronikboy. Viva el riesgo. Como mejor productor de discos, Juanimisterfly con los de Electronikboy, La Nueva Carne y Munich^72 no tenía nada que hacer frente a Juan Carmona y el disco del Habichuela. Ni como técnico de sonido frente a los 300 que hicieron posible el famoso Papito, que por supuesto también se llevó el premio a mejor audiovisual frente a mis votos con poco seso y mucho amor para Fangoria, Bunbury y Distritocatorce.
Y así el resto de categorías. Ni siquiera acerté con mi voto a Peret como mejor album de canción española… El próximo año se lo llevará todo Amaral y al menos no estaré tan gruñón. Y es que en esto de la democracia ya se sabe: nunca llueve a gusto de las minorías. En la próxima edición ¿estará nominado el Chiki Chiki o a la SGAE no le mola?
La música aragonesa sufre idénticos resultados fuera de nuestras fronteras. Ya os lo comentaba: cuando no tenemos discos del trío de ases (Eva, Enrique y Carmen) la música aragonesa es totalmente ignorada fuera de nuestra región, donde sin embargo, cada vez goza de mejor salud y autonomía, aunque desgraciadamente sea insuficiente para nuestros grupos.
Los resultados de los últimos Premios de la Música española así lo confirman: sólo 3 nominados aragoneses y ningún premiado. Era difícil que Gabriel Sopeña se llevase el premio a mejor canción en catalán frente a Joan Bibiloni y Quimi Portet (aunque, recordemos, el catalán es una de nuestras tres lenguas oficiales) y a Antón García Abril le debe importar bastante poco que le den un premio más o menos en su carrera como compositor clásico. Pero que Xhelazz no se llevase el de mejor album de hip hop nacional frente a la consabida Mala Rodríguez, me subleva. El, que ha conseguido gracias a El Soñador Elegido que me reconcilie con el rap (eso si, en castellano), se merecía un premio triple. Pero ya se sabe: todos somos hijos del orgasmo, aunque no todos con cerebro… Escuchad su discazo: no sólo suena de maravilla sino que dice verdades como puñales.
Por otra parte creo que no he acertado ni uno de los ganadores de este “concurso” que no sé si premia a la música más interesante o a la más interesada... Dí que siempre me dejo llevar más por mis órganos inferiores que por la cabeza, pero es que no acierto ni una: una tal Conchita es la artista revelación frente a mis apuestas por Triángulo de Amor Bizarro, La Nueva Carne o Munich^72; Luz, como no, se lleva la mejor canción frente a mis candidatos, mucho más divertidos Aviador Dro, Sarassas Music y el reggaeton travesti “El Butanero” de Leopardo No Viaja. Y como mejor album ni Aviador, ni Munich ni Triángulo Bizarro: Papito (recordémoslo: un nuevo “the best” de Miguel Bosé, siempre en la brecha…). Un grupo mallorquín desconocido para mi, aunque me lo han recomendado ferviertemente y ahora mismo me pongo a investigar, se lleva el premio de mejor album de pop: Antònia Font, frente a mi voto a los también desconocidos Mónaco, que son amiguetes de Valencia, y el de pop alternativo se lo lleva Marlango, si es que tienen algo de alternativo, frente a mis opciones por Munich-Dro o mi querida Roberta Marrero.
Mi voto como mejor album de rock para Luis Miguélez & the Glitters no sirvió de nada frente a Rosendo, ni mis votos de rock alternativo a La Nueva Carne, Triángulo o la excitante Lula, vieja compañera de cartel en las giras de Niños del Brasil en su época con Los Romeos, frente al grupo indi más sobrevalorado de este país: Los Planetas.
El mejor tema de música electrónica es para el chilloutero Nacho Sotomayor frente a los tecnopoperos Dro y Electronikboy. Viva el riesgo. Como mejor productor de discos, Juanimisterfly con los de Electronikboy, La Nueva Carne y Munich^72 no tenía nada que hacer frente a Juan Carmona y el disco del Habichuela. Ni como técnico de sonido frente a los 300 que hicieron posible el famoso Papito, que por supuesto también se llevó el premio a mejor audiovisual frente a mis votos con poco seso y mucho amor para Fangoria, Bunbury y Distritocatorce.
Y así el resto de categorías. Ni siquiera acerté con mi voto a Peret como mejor album de canción española… El próximo año se lo llevará todo Amaral y al menos no estaré tan gruñón. Y es que en esto de la democracia ya se sabe: nunca llueve a gusto de las minorías. En la próxima edición ¿estará nominado el Chiki Chiki o a la SGAE no le mola?
2 Comments:
Antònia Font no es una señora, son un magnifico grupo mallorquin ( que solamente con el nombre ya demuestran donde pueden llegar a desconcertar), te lo recomiendo ( eso si, las letras en catalan...)
Muchas gracias! Si es que no se puede estar en todo... Lo corrijo, que enmendar es de sabios y rápidamente voy a informarme.
Un abrazo
Rex
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