Monday, April 16, 2007

DAB - Digital Analog Band en Z-Exit

Mientras yo me perdía por las Bélgicas y países limítrofes, la escudería aragonesa ponía una pica más allá de Flandes. Amaral actuaban en la Ciudad Prohibida de Pekín y Pedro Andreu y Luis Sancho, su compañero de andanzas en DAB, hacían lo propio en Taiwan. Yo quiero que alguien nos lleve a tocar a Tokio, porfa. Puestos a soñar...
Aqui va el artículo que escribí sobre DAB para la revista Z-Exit, ya agotada, por supuesto (salía una foto de Niños del Brasil y ya se sabe :-))


DAB – DIGITAL ANALOG BAND
Ventanas musicales al mundo de los sueños

¿Qué pueden hacer juntos un músico de rock y un discjockey?
Desde hace mucho tiempo, esta ecuación aparentemente irrealizable, se nos ha revelado como una de las combinaciones más atractivas en el mundo de la música. Desde que a finales de los 80s los rockeros más atrevidos se lanzaron al clubbing, a la ingesta incontrolada de pastillitas y a bailar acid house como reposeídos, ya nada ha sido lo mismo en el mundo de la música.
La frontera insalvable entre rock y música de discotecas cayó cual muro de Berlín, afortunadamente para siempre. Desde entonces los rockeros nos hacen bailar, el pop se nutrió de funk y de viejo soul y las pistas de baile se mezclaron al fin con guitarrazos y conceptos artísticos más cercanos a pop. Y la historia de la música salió ganando.
Desde cada esquina se nos amontonan las propuestas que hacen revivir y renovarse nuestra pasión por la música. Los 90s fueron una verdadera eclosión de ideas de esta mezcolanza, desde el sonido Manchester que lanzó a la pista a todos los poppies, al Acid Jazz, que renovaba, integraba y democratizaba estilos antes puramente elitistas, a los coqueteos housetes de muchas estrellas de pop, sólo los grunges parecieron seguir fieles a sus guitarras. Hasta Lenny Kravitz se cortó las rastas y se compró un secuenciador.
Y lo mismo o más con el cambio de siglo: el britpop murió cuando Blur y Radiohead aprendieron a usar el ratón, cuando el punk asaltó las mejores discotecas y redescubrió el dancerock disfrazado de electroclash. Las tendencias se suceden, se superponen, evolucionan y reviven, a una velocidad endiablada. Y eso es bueno para los que aún disfrutamos con la música.
Paralelamente a todo este revivir efervescente, surgió la música hecha para el después. La música hecha para los domingos (o los lunes) cuando llegas a casa hecho un trapo y las excitaciones del fin de semana no te dejan todavía conciliar el sueño. La música para el descanso del guerrero, lo que rápidamente la industria fagocitó y nos escupió de vuelta con la etiqueta de Chill Out.
Bebiendo de las fuentes del ambient, de Brian Eno, del tecno minimalista e incluso de la “música planeadora” de aquellos grupos de hippies con sintetizadores de los 70s, fusilando las ideas del primerizo Mike Olfield o del hedonista Jean Michel Jarre, y mezclándolo todo bien con notas de dub, reggae, world music, clásica, bossa, ópera, jazz, lounge y todo lo que se cruzase en su camino, los discjockeys comenzaron a crear un estilo para “entresemana”, una música para escuchar en las terrazas moviendo el pié, una música perfecta para viajar en ascensor hasta otros mundos. Pero claro, los djs, rara vez sabían hacer algo musicalmente hablando y tuvieron que echar mano de los verdaderos músicos que canalizasen sus ideas. Y estas simbiosis crearon proyectos muy interesantes.
Y sin ir más lejos, en Zaragoza tenemos el combo perfecto: un afamado músico de rock, curtido en mil giras y en diversos proyectos de poprock, y un dj reconocido, de larga y amplia trayectoria, con una gran cultura de la música dance, que se conocen, se aman y dan a luz a un precioso proyecto musical: DAB, Digital Analog Band.
En DAB confluyen las inquietudes musicales de dos interesantes personas de nuestro mundo musical patrio: Luís Sancho llevaba ya varios años haciéndonos bailar por discotecas y clubs de Zaragoza como Dj Positive, aunque comenzaba a aburrirse un poco del nightlife pese a estar en su mayor momento de proyección nacional, con un maxi recién editado y una tienda de distribución de música para djs especializados. Pedro Andreu acababa de disolver su grupo “familiar” Puravida tras más de 15 años aporreando la batería en pequeños grupos juveniles en un principio y en el grupo más famoso que ha parido nuestra ciudad, los Héroes del Silencio. Cansado de ir de aquí para allá, comenzó a interesarse por la producción de otras bandas en las que reflejar su experiencia, como aquellas preciosas primeras grabaciones de Hada Química.
Y fue ahí cuando Pedro y Luís coincidieron.
Pedro necesitaba alguien con conocimientos de informática y sonido para el estudio que se estaba montando, Atico 13, y el técnico Carlos Ilumination le presentó a Luís. Y como decía aquella vieja canción de Mecano, el flechazo fue instantáneo. Y se pusieron a trabajar. Y lo que fue en un principio una asociación meramente laboral, fue transformándose en un proyecto propio, con el cuerpo suficiente como para seguir evolucionando hasta convertirse en una madura realidad de resultados más que notables.
Primeras grabaciones, la incredulidad en un principio de los fans de uno y de otro que no podían entender que se juntasen dos trayectorias tan distintas en un proyecto común, contactos con Café del Mar, la discográfica que corta el bacalao en estas músicas en todo el mundo (mucho más que una terraza playera y unos bonitos atardeceres), distintas colaboraciones, mucho trabajo buscando una identidad propia en una música normalmente impersonal… et voila!: un primer disco repleto de grandes momentos, grandes ideas y grandes sonidos.
DAB: The Best apareció en el 2.002 y fue mirado con lupa por todos los que todavía podíamos tener alguna duda sobre si eso iba a funcionar. Pero ya de primera escucha las dudas se disiparon. Bajo el pretencioso (e irónico) título de The Best, se escondía una propuesta seria y brillantemente resuelta. Con la colaboración de distintos amigos como Nacho Estévez” el niño”, Alan Boguslavski, Copi, etc, Pedro y Luís habían orquestado un completo disco de downtempo. Un disco relajadito pero con marcha, que recogía infinitas influencias e investigaba en posibles nuevos caminos de continuidad.
Siguiendo las puertas abiertas de no tener ningún estilo ni intención prefijados, las canciones de este primer disco van fluyendo a la vez que saltan de un sonido a otro, en un amplio muestrario de lo que DAB puede aportar a estas músicas. El concepto poprock de Pedro estructura y dirige unas canciones que gracias a esa experiencia, toman una entidad distinta a la de otras formaciones que siguen derroteros similares. Luís a su vez, se ocupa de las programaciones y la instrumentación y juntos coordinan la selección y grabación de sus invitados, consiguiendo una cohesión que en un principio se nos antojaba, si no imposible, sí difícil. Pero el dúo pasó el examen con nota y poco a poco fueron controlando más su propio proyecto colaborando con su compañía con remezclas, aportaciones para recopilatorios e incluso seleccionando a otros artistas para el sello.
Y nació el segundo bebé de la pareja. DAB: The Best 2 aparecía en el 2.005 y reafirmaba todas las buenas impresiones que nos dio su debut. Nuevas colaboraciones (Miriam Bronski o Gox Valdivia por ejemplo), nuevos sonidos, nuevas canciones y nuevos momentos de placer con su escucha. De nuevo una cuidada portada y mucho lujo, por dentro y por fuera. Investigación en sonidos, en estilos, riesgos aparentemente controlados y un sonido más de banda, son las innovaciones que podemos encontrar en él. Porque DAB comienza a funcionar ya como banda, realizando live acts más de continuo que con su primer álbum, con una formación más estable junto a Elena Rubio a la voz, Javier Cerdán “el Suizo” en voces y percusión, Ramón Sanz al saxo y la flauta travesera y Nacho Estévez “el Niño” a las guitarras, que les llevaría a participar en noviembre del año pasado en el M2 Indoor festival en una experiencia inolvidable en la Feria de Muestras de Zaragoza.
Y como decían Radio Futura en su renegado primer disco, el futuro ya está aquí.

¿Cómo llamaréis a vuestro Grandes éxitos? ¿The Best of the Best?
Lo de los nombres de los discos, claramente es una coña. En un principio tampoco sabíamos si habría un segundo disco, pero nos apetecía reírnos un poco de todos esos nombres tópicos de los grandes éxitos, como The Best, Gold, Collection, Platinum y todas esas cosas. Queríamos llamar a cada disco con uno de estos nombres tan manidos, pero al final optamos por The Best 2, que es igualmente irónico y predecible. Con The Best 3, esperamos cerrar nuestro primer ciclo creativo y a lo mejor sí será la hora de un Very Best, ¡quién sabe!.
Y sólo una preguntita para la prensa rosa: Luís, ¿qué vas a hacer ahora que Pedro ha vuelto con “la otra”? ¿resistirá DAB la vuelta a los escenarios de Héroes del Silencio?.
Siempre existió esa posibilidad y creemos que las carreras de ambos grupos son perfectamente compatibles y ahora mismo, definitivamente en el caso de Pedro, necesarias. Estamos ya inmersos en la preparación de nuestro tercer disco. Nosotros trabajamos de continuo casi todos los días y de momento, Héroes del Silencio no le quita mucho tiempo. Y mientras estén por ahí tocando, pues yo me iré a verles.

Sano matrimonio entre tecnokids y rockeros, entre djs y músicos. Relaciones incestuosas que nos hacen la vida mucho más agradable con músicas preciosas imprescindibles para los momentos de amor.
Un grato experimento zaragozano, que gracias a la distribución de su afamado sello, disfrutan por igual sus seguidores de todo el mundo.
Be water, my friend.

Más info:
www.digitalanalogband.com
www.myspace.com/dabpositive

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