El sueño más largo
El número de invierno de Z-Exit se ha retrasado por problemas de imprenta. Saldrá la semana que viene. Mi entrevista a Pedro Andreu y DAB saldrá en el próximo númnero, en el de primavera, pero en este sale un pequeño comentario que he hecho del nuevo lanzamiento discográfico de mis queridos Bronski.
Como no me puedo aguantar a que salga publicado, y para celebrar que este primer maxi de Bronski a nivel nacional ya está en la calle, os corto-pego mi participación en el Z-Exit.
Como no me puedo aguantar a que salga publicado, y para celebrar que este primer maxi de Bronski a nivel nacional ya está en la calle, os corto-pego mi participación en el Z-Exit.
El despertar al largo sueño
Miriam, Jordi y Javi editan estos días su debut en una compañía discográfica nacional. Junk Records, una conocida independiente madrileña, se ha decidido a apostar por Bronski en estos tiempos de crisis discográfica, seguramente animada por la buena repercusión que las primeras maquetas y conciertos del grupo han tenido en nuestra ciudad. Lento pero seguro, los Bronski, definitivamente establecidos como trío, han ido definiendo su carrera y su sonido hasta convertirse en uno de los puntos clave de la joven música aragonesa.
Alejados del pop, si entendemos por pop la música de estructura fácil y acceso inmediato, la oferta sonora de Bronski va mucho más allá. Su búsqueda constante de nuevas sensaciones hace que sus canciones pretendan insertarse en nuestro cortex cerebral sin pasar apenas por nuestros oídos.
Este minicd El Sueño más Largo, su presentación a nivel nacional, sirve de puente entre lo que fue su disco anterior, Nuevas Posiciones, una estupenda colección de sus primeras grabaciones desperdigadas por recopilatorios, colaboraciones y singles, y un buen muestrario de hacia dónde el grupo podía evolucionar, y lo que será su puesta de largo: la edición en febrero de su primer cd concebido como tal, de sonido más concreto y uniforme. Un camino sabiamente escogido que juguetea entre la electrónica y la parte más acústica del grupo dulcificando su lado más experimental, bañando a su vez de melancolía otoñal las preciosas canciones a las que ya nos tienen acostumbrados y construyendo una banda sólida que ya es una firme realidad.
Este anticipo de su inminente cd, se nos ofrece curiosamente no como presentación de su nuevo sonido, sino como una mágica recopilación de rarezas y distintos sonidos. Un puente, como decía, entre los Bronski de antes de ahora y los Bronski lanzados al futuro.
Bebiendo de mil fuentes, su sonido sin embargo va concretándose en un trip hop deudor de muchas otras influencias que ni ellos mismos, por su edad, pueden reconocer. Los fraseos de Cocteau Twins o incluso de Dead Can Dance, esas preciosas canciones pop de Esclarecidos (la única referencia hispana que se me ocurre al enfrentarme a su música), la presencia indudable de la Björk más cariñosa, incluso de su imprescindible época con Sugarcubes (atentos a la reedición que este mes sale de toda su discografía), la marca indeleble del sonido trip de los irrepetibles Portishead, esos acercamientos al jazz, a la bossa, esa búsqueda de lo sutil, alejada y tan próxima a la vez de la perfección…
Contrariamente a lo que insinúan es su título, robado del axioma filosófico “la muerte es el sueño más largo”, el trío nos ofrece una optimista rodaja de futuro con este precioso minicd de 6 canciones, de las que sólo Organ aparecerá en el disco enterito, envuelto en la sublime portada que Luís Díez, joven artista zaragozano inmerso en la preparación de su primera exposición a lo grande –visita obligada a su web www.luisdiez.com- ha creado para ellos.
Magia, arte, música, sensaciones. Todo un nuevo universo se abre a nuestra mente desde el planeta Bronski. ¿Y te lo vas a perder?
Miriam, Jordi y Javi editan estos días su debut en una compañía discográfica nacional. Junk Records, una conocida independiente madrileña, se ha decidido a apostar por Bronski en estos tiempos de crisis discográfica, seguramente animada por la buena repercusión que las primeras maquetas y conciertos del grupo han tenido en nuestra ciudad. Lento pero seguro, los Bronski, definitivamente establecidos como trío, han ido definiendo su carrera y su sonido hasta convertirse en uno de los puntos clave de la joven música aragonesa.
Alejados del pop, si entendemos por pop la música de estructura fácil y acceso inmediato, la oferta sonora de Bronski va mucho más allá. Su búsqueda constante de nuevas sensaciones hace que sus canciones pretendan insertarse en nuestro cortex cerebral sin pasar apenas por nuestros oídos.
Este minicd El Sueño más Largo, su presentación a nivel nacional, sirve de puente entre lo que fue su disco anterior, Nuevas Posiciones, una estupenda colección de sus primeras grabaciones desperdigadas por recopilatorios, colaboraciones y singles, y un buen muestrario de hacia dónde el grupo podía evolucionar, y lo que será su puesta de largo: la edición en febrero de su primer cd concebido como tal, de sonido más concreto y uniforme. Un camino sabiamente escogido que juguetea entre la electrónica y la parte más acústica del grupo dulcificando su lado más experimental, bañando a su vez de melancolía otoñal las preciosas canciones a las que ya nos tienen acostumbrados y construyendo una banda sólida que ya es una firme realidad.
Este anticipo de su inminente cd, se nos ofrece curiosamente no como presentación de su nuevo sonido, sino como una mágica recopilación de rarezas y distintos sonidos. Un puente, como decía, entre los Bronski de antes de ahora y los Bronski lanzados al futuro.
Bebiendo de mil fuentes, su sonido sin embargo va concretándose en un trip hop deudor de muchas otras influencias que ni ellos mismos, por su edad, pueden reconocer. Los fraseos de Cocteau Twins o incluso de Dead Can Dance, esas preciosas canciones pop de Esclarecidos (la única referencia hispana que se me ocurre al enfrentarme a su música), la presencia indudable de la Björk más cariñosa, incluso de su imprescindible época con Sugarcubes (atentos a la reedición que este mes sale de toda su discografía), la marca indeleble del sonido trip de los irrepetibles Portishead, esos acercamientos al jazz, a la bossa, esa búsqueda de lo sutil, alejada y tan próxima a la vez de la perfección…
Contrariamente a lo que insinúan es su título, robado del axioma filosófico “la muerte es el sueño más largo”, el trío nos ofrece una optimista rodaja de futuro con este precioso minicd de 6 canciones, de las que sólo Organ aparecerá en el disco enterito, envuelto en la sublime portada que Luís Díez, joven artista zaragozano inmerso en la preparación de su primera exposición a lo grande –visita obligada a su web www.luisdiez.com- ha creado para ellos.
Magia, arte, música, sensaciones. Todo un nuevo universo se abre a nuestra mente desde el planeta Bronski. ¿Y te lo vas a perder?
0 Comments:
Post a Comment
<< Home