Monday, January 02, 2006

A propósito de Bunbury

Pues es que resulta que filosofando ayer sobre los grupos de los que sóla y exclusivamente YO soy fan (hay muchos; tengo discos que ni siquiera sus madres compraron) y comentando luego mis últimos encontronazos con Enrique me acordé de Virgin Prunes, uno de mis grupos favoritos de la primera mitad de los 80s que tanto marcaron mi personalidad extravagante y cabaretera de años posteriores. Y sobre todo la ambigüedad y agresividad de su cantante, Gavin Friday www.gavinfriday.com, al que durante varios años di por desaparecido en combate (lo que era en aquellos prehistóricos años no tener internet, ¿verdad?) y que de repente resurgió como de la nada, como un maduro Ave Fenix sorprendiéndome con una serenidad creativa que hacía olvidar su oscuro pasado de travesti gótico. Y con muchas otras cosas -que este chico es una caja de sorpresas- como meter un tema en la banda sonora de Romeo + Julieta, hacer las idem de películas como El Boxeador o En América, producir el único intento musical de Naomi Campbell, cantar un tema en un disco de Howie B (fíjate qué coincidencias, uno de los productores de Carlos Ann) que resulta que tenía y no tenía ni idea, etc etc. Ya os digo, toda una caja de sorpresas.
Todo este "renacer" de Gavin vino de la mano, yo creo, de componer con Bono la canción que daba título a la peli En el Nombre del Padre. Y entonces fue cuando me acordé que Gavin y Bono tenían una relación de amistad desde sus comienzos en su Irlanda natal, que habían mantenido a lo largo de los años a pesar de lo dispar de sus grupos y sus carreras hasta estos últimos reencuentros (en Moulin Rouge, por ejemplo, cantaban a voz en grito el Children of the Revolution de T. Rex o recientemente han editado juntos un discolibro con la voz de Gavin y los dibujos de Bono).
Y un día hablando de ese single, creo que de 1993, con Enrique, empezamos a hablar de U2, de Bono, de cómo él era muy fan de él y de ellos y de cómo yo era muy fan del otro absolutamente desconocido que cantaba con Bono ese tema. No es que Bono no me guste, que me cae bastante bien, pero nunca he sido gran fan de U2, todo hay que decirlo. Realmente hasta que oí Desire, no me llamaron mucho la atención (principalmente porque acabé odiando el Josua Tree, por la machacada mediática que fue ese disco -todavía no lo tengo-) y hasta que editaron Achtung Baby no reconocí en ellos realmente al gran grupo que son.
Pero yo he sido siempre fan de los grandes perdedores. No sé porqué. Quizá por eso Niños del Brasil fuimos como los Virgin Prunes, la cara de la moneda de la música irlandesa que nunca sale en las fotos, y no como los U2. Quizá por eso no llegué a ser Bono y me quedé en un Gavin Friday cualquiera, aunque siga prefiriendo su carrera de estrella tortuosa con momentos de esplendor a la de Bono y sus chicos. Posiblemente. Es que no tengo remedio.
Además de compartir la cara oscura de la luna con el Gavin este y de que ambos tengamos amigos muchisísimo más famosos que uno, la última noticia que supe del Friday hace poco volvió a sorprenderme de nuevo (últimamente voy de sorpresa en sorpresa). Mi querido casifamoso sale en la nueva película de Neil Jordan (imprescindible también su Juego de Lágrimas) haciendo, como no, de cantante glam. Después de películas tan increíbles como Rocky Horror Picture Show, Hedwig and the Angry Inch, o Velvet Goldmine, donde por cierto los Placebo hacían también de grupo glam, Desayuno en Plutón (Breakfast in Pluto) se presenta como firme candidata a MI PELICULA FAVORITA del 2006, prácticamente sin competidoras a la vista (ni Terminator 4, ni Indiana Jones 4, ni Scream 4, ni Rambo 4 ni ninguna otra -Tim Burton descansa, yo creo-). Y si no, ved la foto de mi querido Gavin en semejante film en http://www.gavinfriday.com/gallery/details.php?image_id=677 (acabado en =69 si queréis ver más fotos). Desde que la descubrí, entro 27 veces al día en internet a verla. Espero que cuando vuelva Bunbury a los ruedos vuelva de esta guisa. Me encantaría. O al menos, si me decido yo a volver algún día... :-)
Otra inevitable comparación que me ha venido siempre a la cabeza de mi relación con Enrique (y sé que os vais a reir) es la película de 1962 ¿Qué fue de Baby Jane?. Me encantaría hacer una versión mañocastiza donde yo hiciese de Betty Davis, con mi olvidado pasado de éxito y Bunbury de Joan Crawford, secuestrada por su envidiosa hermana que intentó asesinarla cuando su fama terminó por relegarla al olvido. Habría que cambiar un poco el guión y no sé si Enrique se prestaría, pero yo estaría encantado de interpretar el papel de hermano celoso que en un arranque de locura intenta aplastar con un 1500 al hermano bueno y famoso y recuperar así un poco del protagonismo que tuvo en su tierna infancia.
No me digáis que no es buena.
Ummmm. Creo que voy a ir escribiendo el guión...

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