Primavera
Llego  a casa un poco más tarde de lo previsto. El sol inunda todo. El cierzazo da sus últimos coletazos resistiéndose a  morir. Pero ya sólo es una broma de sí mismo. Inocente, aún intenta jugar con  mi inexistente flequillo. Ahora son los escasos días de Zaragoza en los que la  primavera es agradable. Vivimos en un clima que pasa del invierno al verano con  absoluto desdén.  31 de marzo. El día perfecto para perderse. No para siempre, pero perderse.
Llego  a casa un poco más tarde de lo previsto. Inexplicablemente, el vermut se alargó. Ultimamente me pasa demasiado. Con o sin  pretenderlo. Es buen síntoma. Síntoma de que la vida vuelve tras el letargo. Señal  inequívoca de que es el momento de disfrutar el momento. Después, dentro de nada,  vendrán las alergias, las astenias, las ferias de abril y de mayo, y el aplastante  verano.
Llego  a casa un poco más tarde de lo previsto. El sol hace chiribitas en mis gafas de sol. Mi Ipod crea un alto muro de  defensa; está terriblemente alto. Bueno, no. Está como siempre, pero el ruido del  mundo real es muy inferior a lo normal. Ellos se preparan para huir de las ciudades. Yo, para disfrutarla al máximo.  Fechas mágicas de conjunciones apetecibles: sol discreto, distracciones, exposiciones  (www.luisdiez.com está pintando en el Centro de Historia; pinta las paredes de la sala  “plantacalle”; www.gustaffchoos.com le hace  fotos para inmortalizar su obra efímera; inaugura el 6) y sobre todo, una  ciudad semivacía para disfrutar. Una ciudad como en “Abre tus Ojos” o esas  películas de ultimatums… Sólo para nosotros: a los que nos gustan las ciudades  pero nos agobia la gente. 
Llego  a casa un poco más tarde de lo previsto, pero te mando estas letras por si te animas a acompañarme. Aún no me he atrevido a quitarme las gafas de sol. Me gustan las chiribitas y los  reflejos que provoco al mirarme. Pero necesito desnudarme. El tiempo lo permite.  Todo, menos la camisa que sostiene mi Ipod. Sigue excesivamente alto. Más que  antes. En Rexhouse el silencio es ley. Me miro de reflejo en un espejo y  parezco un Obrero Especializado en versión pornolight. Me falta un toque de color.  Mi peluca rosa copia Tokyo Hotel será perfecta. Me la pongo. Enciendo el ordenador antes incluso de ir al  baño. La enumeración de mis troyanos y mis gusanos lleva un rato. Bajo las  persianas. No me da vergüenza que me vean semidesnudo, pero un poco sí que me vean con  peluca en casa. Es que a veces se me olvida y abro la puerta a cualquiera.  Repaso las últimas compras: cada vez que salgo compro algo. El LP de Tachenko, el último CD  de Kyoto, preciosamente manufacturado, el Primera Línea que salen fotos de  Alaska y Silvia Superstar (viene con DVD de chicas sexys que le daré a Nacho,  que está en edad), el nuevo libro (primera narrativa) del poeta Miguel Angel  Ortíz Albero “
Es  tarde, pero aun tengo un poco tde iempo. Me arreglo el flequillo Tokiotel. Mi Ipod atruena. Massive, Elodio, Nena,  Dorian, Nitzer, Horrors, Enrique, Editors, Gossip, Domador…. Agh, Muse otra vez. A ver  si me acuerdo de borrarlos. Creo que estoy empezando a odiarles. O es que mi  ipod está demasiado alto. O el resto del mundo demasiado silencioso. Imposible soportarlos con este volumen. Bueno, y casi mudos.
Me  atuso la peluca y me voy preparado. Aunque el color rosa de mi pelo no pega mucho con mi barba pelirrojilla. Creo que  la dejaré en casa. La peluca, no la barba. Otro día me afeito y la saco a  pasear. La peluca, no la barba. Me bajo dentro de un rato a 
Por  cierto, ayer estuve de jurado en los castings de un programa de talentos de la tele aragonesa que comienza en  mayo y se llamará algo así como “Dándolo Todo”. Fui por amistad con los  productores y sobre todo por conocer a Lita Claver “
Es la  primavera, que seduce a la seducción. Disfruta.




