Wednesday, March 31, 2010

Primavera

Llego a casa un poco más tarde de lo previsto. El sol inunda todo. El cierzazo da sus últimos coletazos resistiéndose a morir. Pero ya sólo es una broma de sí mismo. Inocente, aún intenta jugar con mi inexistente flequillo. Ahora son los escasos días de Zaragoza en los que la primavera es agradable. Vivimos en un clima que pasa del invierno al verano con absoluto desdén. 31 de marzo. El día perfecto para perderse. No para siempre, pero perderse.

Llego a casa un poco más tarde de lo previsto. Inexplicablemente, el vermut se alargó. Ultimamente me pasa demasiado. Con o sin pretenderlo. Es buen síntoma. Síntoma de que la vida vuelve tras el letargo. Señal inequívoca de que es el momento de disfrutar el momento. Después, dentro de nada, vendrán las alergias, las astenias, las ferias de abril y de mayo, y el aplastante verano.

Llego a casa un poco más tarde de lo previsto. El sol hace chiribitas en mis gafas de sol. Mi Ipod crea un alto muro de defensa; está terriblemente alto. Bueno, no. Está como siempre, pero el ruido del mundo real es muy inferior a lo normal. Ellos se preparan para huir de las ciudades. Yo, para disfrutarla al máximo. Fechas mágicas de conjunciones apetecibles: sol discreto, distracciones, exposiciones (www.luisdiez.com está pintando en el Centro de Historia; pinta las paredes de la sala “plantacalle”; www.gustaffchoos.com le hace fotos para inmortalizar su obra efímera; inaugura el 6) y sobre todo, una ciudad semivacía para disfrutar. Una ciudad como en “Abre tus Ojos” o esas películas de ultimatums… Sólo para nosotros: a los que nos gustan las ciudades pero nos agobia la gente. Pasear, descubrir, compartir con los outsiders, los que no disfrutamos de playas ni mogollones programados. Vermutear sin fin. Hasta que se haga de noche. O de día.

Llego a casa un poco más tarde de lo previsto, pero te mando estas letras por si te animas a acompañarme. Aún no me he atrevido a quitarme las gafas de sol. Me gustan las chiribitas y los reflejos que provoco al mirarme. Pero necesito desnudarme. El tiempo lo permite. Todo, menos la camisa que sostiene mi Ipod. Sigue excesivamente alto. Más que antes. En Rexhouse el silencio es ley. Me miro de reflejo en un espejo y parezco un Obrero Especializado en versión pornolight. Me falta un toque de color. Mi peluca rosa copia Tokyo Hotel será perfecta. Me la pongo. Enciendo el ordenador antes incluso de ir al baño. La enumeración de mis troyanos y mis gusanos lleva un rato. Bajo las persianas. No me da vergüenza que me vean semidesnudo, pero un poco sí que me vean con peluca en casa. Es que a veces se me olvida y abro la puerta a cualquiera. Repaso las últimas compras: cada vez que salgo compro algo. El LP de Tachenko, el último CD de Kyoto, preciosamente manufacturado, el Primera Línea que salen fotos de Alaska y Silvia Superstar (viene con DVD de chicas sexys que le daré a Nacho, que está en edad), el nuevo libro (primera narrativa) del poeta Miguel Angel Ortíz Albero “La Herida es el Comienzo”, el de Donoso el Profeta, revistillas, programaciones (incluído la de las procesiones) y flyers.

Es tarde, pero aun tengo un poco tde iempo. Me arreglo el flequillo Tokiotel. Mi Ipod atruena. Massive, Elodio, Nena, Dorian, Nitzer, Horrors, Enrique, Editors, Gossip, Domador…. Agh, Muse otra vez. A ver si me acuerdo de borrarlos. Creo que estoy empezando a odiarles. O es que mi ipod está demasiado alto. O el resto del mundo demasiado silencioso. Imposible soportarlos con este volumen. Bueno, y casi mudos.

Me atuso la peluca y me voy preparado. Aunque el color rosa de mi pelo no pega mucho con mi barba pelirrojilla. Creo que la dejaré en casa. La peluca, no la barba. Otro día me afeito y la saco a pasear. La peluca, no la barba. Me bajo dentro de un rato a la Fnac a ver a Volador. Un gran grupo lleno de buenas canciones y buenas personas. Muy luchadores.

Por cierto, ayer estuve de jurado en los castings de un programa de talentos de la tele aragonesa que comienza en mayo y se llamará algo así como “Dándolo Todo”. Fui por amistad con los productores y sobre todo por conocer a Lita Claver “la Maña”, que también oficiaba de jurado. Divina ella. Arrugadísima pero con un tipazo y un estilo que ya querríamos muchos. Si alguna vez hacen Gran Escala, seguro que volveremos a coincidir. Ambos como dignas estrellas decadentes. Ella inmortal. Y yo, pues casi casi. Podremos cantar esa canción horrorosa de Marta Sánches y Carlos Baute. O algún otro dueto memorable, como el de Ru Paul y Elton John.

Es la primavera, que seduce a la seducción. Disfruta.

Mis vacaciones volverán este año a encerrarme en mi ciudad. Vienes?

Friday, March 19, 2010

Estación Sonora...

Además de dedicarme intensamente al bricolage (me lo tomo en plan desintoxicación, como el video de Mi Correo Electrónico de Macnamara) veo algún concierto y hago alguna entrevista. La última, un cuestionario para la web http://www.estacionsonora.es/artistas/cuestionarios.html
Que San Cosme, San Damián y San Bunbury me perdonen

Wednesday, March 17, 2010

El Largo Viaje

Alineación al centroMirad qué majicos